miércoles, 31 de marzo de 2010

De: A las madrecitas de Colombia, por Fernando Vallejo

Hablar de la moral de Colombia es un asunto complejo. Muchas veces, la tendencia es tenerla sin siquiera indagar por qué o de dónde la adquirimos. lo antes mencionado es el abrebocas a un problema catastrófico que se presenta en el país del sagrado corazón; el problema de ser mujer, peor aún, el problema de ser mujer Colombiana. En un país donde predomina la baja educación, puede decirse que las problemáticas que se presentan sean directamente proporcionales a los niveles de ignorancia, y de allí podemos deducir que las jóvenes -mentalmente fabricadas por la sociedad... y la moda, ¿por qué no?- han perdido por completo el control sobre su cuerpo y la capacidad de decisión. Nada nuevo es para este pueblo, la idea de los embarazos no deseados; la mayor parte de las veces por desconocimiento de una educación sexual (no vamos a discutir, tampoco me incumbe); lo que sí es de importancia resaltar es la connotación propia de la palabra: EMBARAZO NO DESEADO. Y de allí cabe redundar en que si no se desea, no se desea... creo que deducir a qué voy es concideración de cada cual y es implicación de mi introducción: el asunto complejo de la moral Colombiana. Sin involucrarnos en ninguna moral, podemos traer la opción que nos dá Fernando Vallejo en su escrito "a las madrecitas de Colombia" cuando sugiere unas "pastillitas" para evitar el "no deseo" y por ahí derecho, como el mismo dice, salvarnos de crear un nuevo Adolfo Hitler... queda a concideración de cada cual.

De: Los nadie, de Eduardo Galeano

Todos los seres humanos tenemos un problema en común -bueno para algunos, no tanto para otros, para la gran mayoría no lo es- estamos condenados al nacer. Siempre he pensado que por situaciones azarosas -con z- el ser humano llega al mundo en condiciones de ser o no ser alguien. Desafortunadamente los que crecen, o mas bien dicho, crecemos en el mundo de los nadie nos vemos obligados a ser fichas de un ajedrez manejado por los que, injustamente, pero con algo más de suerte, tuvieron la dicha -o desdicha- de indicar las coordenadas. Los nadie son las causa del porque las direcciones en las que se mueve el mundo son, valga la redundancia, dirigidas por los que, dizque son alguien. No hay suerte para los nadie, es inútil esperar que esta aparezca; pero si no hay suerte, hay una esperanza... la esperanza de seguir en pie, dignamente y con la convicción de vivir con la cabeza bien en alto.

domingo, 28 de marzo de 2010

En la esquina

No se en que momento el amor y yo terminamos en una eterna disputa. O es él, o soy yo. Pero juntos... juntos no podemos estar.
Como si fuera poco, la felicidad tiende a darme la espalda en los momentos en que menos la necesito y a diferencia de lo que muchos pensarían, es lo peor que ese anhelado sentimento puede hacerme, porque siendo así, crece la abstinencia en los momentos en los cuales más la necesito.
Así que ni el amor ni la felicidad pasan por el barrio de mi corazón, su ruta se desvió en la esquina anterior... Habrá que ir a sentarse en esa esquina un rato hasta verlos pasar de nuevo.

martes, 2 de marzo de 2010

En contra de las miradas homofóbicas

En contra de cualquier acción que implique discriminación, a favor de una vida digna donde cada quien pueda tomar una decisión, sentar posición, donde el valor de ser, pensar y sentirse diferente no sea atacado por nuestras mentes, que cada alma sea valorada por ser antes que nada una persona, que la mirada indignada sea trasladada a las gentes desobligadas que desatan el odio como fieras despiadadas.